Apolíticos y agnósticos, ni dios ni el gobierno. ¿Donde estamos? ¿De donde venimos? ¿Hacia donde vamos? Cuando la norma es anormal, la prioridad se deforma. Pero quieren ganar con seguridad, quieren jugar sin arriesgar. Nunca dar por dar, siempre negociar. Avances tecnológicos y retrocesos mentales. Redes ególatras, vidas por computadoras, personas que no se conocen y conocidos que no se ven. Realidades paralelas y ninguna verdadera. El Poder que seduce a la Ignorancia. La Estupidez que enamora a la Soberbia. Evadirse para no encontrarse. Se esconden de las tormentas pero viven de la oscuridad. Cobardes que no se animan a caminar por la niebla. Infinitamente aprendices. Eso somos. Porque lo único que queda es aprender, lo poco que podemos entender en el poco tiempo que nos queda.
“Desdichado el pobre en espíritu, porque bajo la tierra será
lo que ahora es en la tierra. Desdichado el que llora, porque ya tiene el
hábito miserable del llanto. Dichosos los que saben que el sufrimiento no es
una corona de gloria.”
